Palabras del Provincial después de la elección del nuevo general
16/10/2016Ayer (13/oct) acabamos con las "murmuratio" un ejercicio de escucha a los compañeros, escucha al Señor y de descubrimiento de más grandezas que limitaciones, todo para buscar a quien será como nuestro hermano mayor y padre espiritual en adelante. Fueron días intensos, pero llenos de sencillez y espíritu abierto. Creo que las fotos que les han llegado muestran cuán en serio vivimos esos cuatro días, en búsqueda, pero en paz.
Hoy (14/oct) tuvimos la misa "ad electionem" en la Iglesia del Espíritu Santo, al ladito de la Curia General. Llegamos tranquilos, pero creo que al final de la misma había mucha más paz aún. Si bien ayudó muchísimo la homilía de Jim Grummer SJ, Vicario General de la Compañía, el Señor sabe cómo tratarnos y nos dio su paz y libertad.
Así llegamos al aula para iniciar la elección. Bien vestidos con camisa clerical, pero con la sencillez que nos es tan familiar. Discurrió todo serenamente y con la sobriedad propia de nuestra Compañía. Cuando se nos confirmó que la elección estaba terminada los aplausos llenaron la sala. Después, solo vinieron señales de consolación en varios gestos de compañeros, de nuestro nuevo General y del P. Nicolás, creo que nunca vi con tanta honestidad a una persona cuadrarse ante otra. Con eso digo todo.
Imágenes, gestos, aplausos, abrazos, regalos, breves diálogos y Arturo sonriendo, nosotros contentos y agradecidos a Dios. Así fuimos a la capilla Borja: dimos gracias a Dios, el nuevo General nos dio la bendición y cuando se quedó solito me fui a darle y ponerle la estola guaraní que traje, gracias a la gentileza de Pifa que la guardaba como recuerdo de Pasu Pasu, seguro saldrán fotos sencillas y discretas, pero que hablarán de que la búsqueda del camino a los pobres es una tarea innegable para el futuro, siempre desde el Espíritu de Jesús y no solos.
Mañana nos vamos a la misa pública de acción de gracias en el Gesú. Ahora toca descansar y asimilar lo que vivimos estos días, para continuar. Esto apenas empieza y el Espíritu no nos dejará tranquilos hasta que acabemos aquí y comencemos en nuestras Provincias la puesta en práctica de lo que el Señor mueva y muestre, pues es allí, en las Provincias, donde vive, sufre, se alegra y vibra la Compañía.
Un abrazo a todos.
Osvaldo Chirveches SJ
Provincial