LUEGO DE HABER ELEGIDO AL PADRE GENERAL, ¿QUÉ VIENE?
20/10/2016La Paz, 20 de octubre (ANF).- Luego de la elección del nuevo Superior General, Arturo Sosa, sacerdotes jesuitas explicaron el trabajo que deben realizar los 215 delegados de la orden de todo el mundo reunidos en Roma. Además, destacaron el trabajo en comunión de los congregados y el espíritu ignaciano del General.
El sacerdote de la provincia ecuatoriana, Gustavo Calderón, comentó que los delegados se encuentran trabajando luego de la elección de Sosa. "Ahora hemos entrado en un proceso de revisión de diversos aspectos de la misión”, explicó.
El 2 de octubre, 215 jesuitas provenientes de diversos lugares del mundo llegaron a Roma convocados para participar en la Congregación General (CG) 36 que tenía como misión elegir al nuevo líder, luego de que el Padre Nicolás presentara su renuncia por motivos de salud.
El viernes 14 cumplieron esa misión y a partir de ello los jesuitas, ahora ya encabezamos por Sosa, se encuentran trazando los lineamientos de la Compañía de Jesús, una de las órdenes más grandes del mundo.
“Los hombres de cinta verde han retomado las conversaciones de los desafíos apostólicos y por las ayudas necesarias para que el nuevo Padre General lleve adelante su responsabilidad. Serán muchas horas trabajando juntos. Esta es la tarea de la Congregación General 36 para las siguientes semanas (…)”, dijo Calderón.
Comentó que finalizada la CG36, los congregados partirán a sus destinos, pero lo fundamental es que todos deberán llevar un solo mensaje. "Unos saldrían al norte de Europa, otros para África, la India y el nuevo continente. Ignacio se preguntaba cómo mantenerse unidos. Aunque físicamente no lo estuvieran, estar en comunión era primordial”, dijo.
“(…) La unión de los miembros entre sí y con la cabeza, es el amor de Dios nuestro Señor”, señaló Calderón y comentó que al momento los congregados hacen lectura, intercambian pareceres, para “llegar a profundas reflexiones, quizás otras no tanto (…) Y aquí, en la curia generalicia nos sentimos en unión de ánimos con la Compañía en el mundo entero”, destacó.
“Con los jesuitas en sus comunidades y actividades diarias, con nuestros compañeros y compañeras en la misión que día a día ponen todo el ser para construir un mundo más justo, en paz, pues se han enamorado de la lucha por la dignidad humana. Y es justamente por los sin voz, por quienes estamos pensando la misión. Cristo sufre con los excluidos y nosotros con ellos y El, pero comprometidos para promover los valores del evangelio (...) Somos una familia apostólica que discurre por el ancho mundo. ¡Dispersos, pero en comunión!”, sostuvo.
El sacerdote jesuita Javier Vidal, haciendo referencia a lo ocurrido esta última semana en la CG36, comentó que se vivió un “clima de agradecimiento y consolación. La elección del Padre General nos ha permitido sentir con los primeros compañeros y saborear lo mejor de nuestra herencia Ignaciana”.
Explicó que luego de haber entregado sus vidas al Señor, los jesuitas congregados en Roma reafirmaron que “no se debía romper la unión y la congregación hecha por Dios, sino más bien confirmarla y asegurarla cada día más”.
Comentó que el proceso de elección del nuevo General se ha basado en palabras evangélicas como: “silencio, escucha, oración y reflexión”. Pero también han existido momentos de intenso diálogo e intercambio de experiencias.
“Hemos dialogado con muchos compañeros para dejar que la diversidad y la multiculturalidad de la Compañía entre en nuestro pequeño corazón y se ensanche el horizonte de nuestra mirada”, expresó Vidal.
Vidal finalizó agradeciendo a Sosa el haber aceptado la misión que se encomendó. “La elección nos ha dejado a todos muy consolados. (…) El Padre General es para nosotros otro Ignacio que nos invita a sentirnos cuerpo en medio de la diversidad, a vivir en comunión en medio de la dispersión, a confiar unos en otros y aprender a querernos con nuestras originalidades. (…) Gracias Arturo por acoger esta invitación de Dios y cuidar de nosotros y de la misión que Cristo nos confía”.
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