En la segunda jornada de la CG36 se presentó la dimisión del padre Nicolás y se han ajustado aspectos relacionados al trabajo en Asamblea 

Este lunes en Roma el Superior General de los jesuitas, Padre Adolfo Nicolás, presentó la dimisión al cargo y pidió su aceptación a la Congregación General (CG) 36, a lo que ésta respondió afirmativamente. El Padre James Grummer, a partir de ese momento, se hizo cargo de la responsabilidad de la Compañía como Vicario General.

Posteriormente el Padre Nicolás prefirió abandonar la tribuna y pasar a sentarse entre los demás miembros de la Congregación. 

También se delegó la animación de la misma a Grummer, quien en el marco de la fiesta de San Francisco de Borja, patrón de la Curia General, invitó a la asamblea a ponerse de pie para invocar el Espíritu Santo cantando el Veni Creator. 

Otra tarea realizada por Grummer ha sido la presentación del equipo de secretarios que tomarán nota de las intervenciones orales durante la Congregación, además se presentó al equipo de intérpretes, precisando cada uno las lenguas con las que trabajarán.  

Por otro lado, se describió las responsabilidades del equipo técnico y así se consideró a la asamblea dispuesta a comenzar oficialmente el trabajo, cuya primera etapa consistió en constatar que todos los convocados estén presentes.

Para ello, el equipo de medios se retiró, ya que el trabajo de la Congregación se desarrolla a puerta cerrada.

Dos días previos al inicio de la Congregación los superiores provinciales y delegados de las diferentes provincias que se encuentran en Roma fueron capacitados en nuevas tecnologías, principalmente en el manejo de tabletas electrónicas a fin de optimizar el acceso a los documentos de trabajo que deben ser discutidos.

/MAMP/