Crónica del Terceronado: ¡Gracias!
01/10/2019El día 25 de julio los tercerones terminamos el tiempo de la Tercera probación. Una palabra que puede definir este tiempo para nosotros es: gracias.
Gracias a Dios porque nos ha comunicado su Presencia y su Amor. Gracias a nuestro instructor (P. Carlos) y a nuestros acompañantes (P. Álvaro y P. Pancho) por su cariño y por su guía. Gracias a la Provincia jesuita de Bolivia que nos ha acogido con tanto afecto. Gracias a las señoras Mabel y Benedicta, que han hecho su trabajo en la casa con tanta atención hacia nosotros. Gracias a los encargados de nuestras pastorales que nos han dado la oportunidad de trabajar junto a ellos y de palpar el rostro de Dios en las personas. Gracias por el ambiente comunitario que hemos tenido entre nosotros.
Gracias en definitiva a todas las personas que nos hemos ido encontrando en el camino de la Tercera probación y que han contribuido a que al final de la experiencia pudiésemos culminar con alegría esta importante etapa como jesuitas.
Como fase final de nuestra experiencia, después de nuestro mes de misión, nos reunimos en Cochabamba a comienzos del mes de julio. Allí dedicamos un tiempo a profundizar en las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús para los próximos diez años. Fue un tiempo muy grato para todos, que nos ayudó a captar más profundamente el sentido de las Preferencias y su importancia.
Tras ese tiempo llevamos a cabo el estudio de las Congregaciones Generales 31 a 36 con la inestimable ayuda de tres padres que estuvieron en alguna de ellas: el P. Antonio Menacho (en la CG 32), el P. Marcos Recolons (en las CG 33 y 34) y el P. Carlos Rodríguez Arana, nuestro Instructor (en la CG 35).
Durante este período recibimos visitas muy entrañables en el Terceronado: las novicias de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús; un grupo de cinco chicos del Hogar del Sagrado Corazón de Jesús; las hermanas de la Institución Benéfica del Sagrado Corazón de Jesús. Tuvimos también una comida de despedida con las comunidades jesuitas de Cochabamba y algunas personas de los lugares donde hemos hecho nuestra colaboración pastoral. Finalmente nos visitó y comió con nosotros Monseñor Carlos Curiel, obispo auxiliar de Cochabamba.
Del día 22 al 24 de julio tuvimos un Triduo final en el que pudimos recoger toda la experiencia vivida a la luz de Dios. Como colofón de nuestra experiencia en el Terceronado tuvimos la gran alegría de recibir la visita del P. Provincial de Bolivia, Ignacio Suñol, con el que compartimos una evaluación final y celebramos la última Eucaristía juntos el día 25 de julio.
Tras despedirnos con emoción, los días posteriores hubo diferentes planes para visitar algunos lugares de interés. Posteriormente regresamos a nuestras respectivas provincias.
Después de la Tercera probación ahora a cada uno le espera una misión en diferentes partes del mundo:
-Albert Holzknecht: trabajará en la casa de Ejercicios HohenEichen de Dresden y se encargará de la administración de la casa a partir del 1 de enero de 2020.
-José María Tejedor García: destinado en el Hogar San José en Gijón.
-Edwin Mauricio Martínez Callejas: está destinado a estudios doctorales en educación en Estados Unidos. En este semestre vivirá en Maria Della Strada Jesuit Community-Spokane y estará haciendo un repaso de inglés en Gonzaga University. Posteriormente aplicará a Boston College.
-Eduardo Enrique Soto Parra: Director del Servicio Jesuita a Refugiados-Venezuela, vivirá en la comunidad “Jesús Obrero”, en Catia, al Oeste de Caracas.
-Marc Dehaudt: Sacerdote acompañante de tres colegios jesuitas, dos de enseñanza general y uno técnico, en Saint-Etienne (Francia).
-Gunnar Bauer: Asistente eclesial de la CVX Alemania. Vivirá en la comunidad del Berchmanskolleg en Munich
-Renato Colizzi: Socio de la Provincia Euro-Mediterranea.
-Javier Cía Blasco: Profesor de Teología en la Universidad Pontificia Comillas y ministro de la comunidad de Cantoblanco en Madrid.
Es difícil expresar todo lo vivido en la Tercera probación, pero acabamos con esa palabra que expresa mucho: gracias.
//Javier Cía Blasco, sj