Biblioteca P. Julio Murillo y Archivo Histórico SJ, tesoros de un valor notable
16/10/2017En la ciudad de Cochabamba en ambientes de la Comunidad de La Esperanza, se ubican la Biblioteca Padre Julio Murillo y el Archivo Histórico SJ. Ambas instituciones aprecian los libros y los documentos que acogen, los catalogan y los ponen a disposición del público en general. Estas obras se encuentran bajo la dirección del padre Antonio Menacho SJ.
La biblioteca lleva el nombre del Padre Julio Murillo quien fue un reconocido geógrafo. El 18 de septiembre de 2015 se reinauguró la Biblioteca, pero sus inicios datan de varios años atrás. Surgió debido a que en las comunidades grandes como San Calixto en La Paz, Sagrado Corazón en Sucre y La Merced en Santa Cruz de la Sierra se contaba con grandes cantidades de libros que ya no los consideraban útiles en esas comunidades y podrían perderse o desaparecer, si no lo asumía alguna entidad.
Entonces, se decidió que sea Cochabamba el lugar de acopio de estos libros. Con la ayuda del P. Estanislao Just SJ, se puso en orden estos libros y se implementó un fichero. Desde entonces, recibe libros de comunidades o casas de estudiantes que han cerrado, de bibliotecas personales de jesuitas que han fallecido y algunas donaciones.
El P. Menacho explicó que aún no se ha clasificado todos los libros adquiridos, ya que se estima en 30 mil volúmenes y el trabajo meticuloso continúa. Entre estos ejemplares se tiene una riqueza de libros del Siglo XVI, Siglo XVII que son considerados como los más valiosos. Además, cuenta con una sección del Siglo XIX con materias de homilética, autores clásicos, teología, entre otros.
“Yo estoy seguro que no pasarán a la historia las bibliotecas, sino que seguirán haciendo historia y aquí seguimos gracias a esta opción hecha por la Provincia, manteniendo abierta la biblioteca y organizando sus libros. Hay colecciones buenas que dudo que estén en otros lugares de Bolivia. Tesoros, de verdadero valor historio difícil de enumerar”, aseguró.
Archivo Histórico SJ
Según el padre Menacho, Bolivia, durante la época de la Colonia en América Latina, era una de las zonas donde la Compañía de Jesús tenía más casas de jesuitas, superaba las 40 obras. Es decir, llegó a tener más de 20 reducciones en Mojos, 11 reducciones en Chiquitos, a esto se sumaron los colegios de La Paz, Oruro, Sucre, Potosí, Tarija, Cochabamba y la residencia con escuela de Santa Cruz. Y si una persona hubiera tenido la intención de investigar sobre el pasado de la Provincia boliviana hasta el año 50, no encontraría nada.
Entonces, cuando Menacho aún se encontraba estudiando teología y luego de asesorarse con un historiador jesuita en Madrid comenzó a revisar archivos y a recoger varios papeles antiguos. También contó con la ayuda de los Archivos Históricos de Lima en Perú, de Santiago en Chile y de Buenos Aires en Argentina, en este último, Menacho recuerda que en esa época el P. Jorge Mario Bergoglio estaba a cargo de dicho archivo.
Todo ese trabajo se traduce en una documentación y una biblioteca de historia de la Compañía de Jesús de diversos lugares de América que el padre Menacho califica de “notable”.
“Yo dudo que haya otras con tanta variedad de libros de autores sobre la historia de la Compañía sobre todo en América”, remarcó.
A esta iniciativa se sumó el P. Javier Baptista que – según Menacho- tenía la misma vocación y su ayuda fue invalorable porque él contaba con la experiencia de haber estado en Roma trabajando en esta área dentro la Compañía. El P. Javier Baptista empezó el archivo en Cochabamba luego de conseguir un lugar físico y ahí lo montó de forma muy modesta, actualmente está bastante más expandido el archivo. Por esta razón, el P. Menacho tiene el deseo de llamar al archivo Histórico SJ “Javier Baptista”.
Existen dentro de este Archivo varios documentos a los que el P. Menacho califica como “tesoros”, entre ellos la donación del P. Estanislao Just SJ, con documentos del Archivo de Indias en Sevilla y de la Biblioteca y Archivo Nacional en Madrid. Son alrededor de 30 mil fotocopias sobre asuntos de la Compañía de Jesús y con temas interesantes que atañen a Bolivia.
“Hoy día la enseñanza no va por ese camino. Las bibliotecas se han arrinconado. Acudir a una biblioteca es para especialistas, esta es la realidad no se puede ir contra la historia. Pero yo creo que la función de las biblioteca y los archivos no han muerto, las bibliotecas pasan prácticamente a ser archivos de libros porque poco se usan, pero mientras se pueda es hacer un gran servicio estamos aquí”, finalizó el padre Menacho.
Tanto la Biblioteca P. Julio Murillo como El Archivo Histórico SJ cuentan con la colaboración de dos bibliotecarios: Ricardo Saavedra y Wilfredo Saavedra; y la coordinación de María Elena Achocalla, quienes con su trabajo y aporte hacen posible que ambas instituciones pongan a disposición del público en general este tesoro de la Compañía de Jesús.